Los efectos del sueño y el descanso en la función eréctil: lo que la ciencia nos dice

Dormir bien no solo es esencial para la salud general, sino que también tiene un impacto significativo en la salud sexual. La calidad del sueño influye en la energía, el estado de ánimo y la función hormonal, todos factores que juegan un papel crucial en la vida sexual. En este artículo, exploraremos cómo el sueño afecta la función sexual y qué se puede hacer para mejorar ambos aspectos.

¿Por qué es importante el sueño para la salud sexual?

El sueño es fundamental para la regulación de los biorritmos y el funcionamiento óptimo del sistema inmune, metabólico y hormonal. Además, el sueño de calidad contribuye a mantener una respuesta sexual óptima. La falta de sueño puede llevar a una disminución del deseo sexual y problemas de excitación.

Dormir es esencial para la supervivencia humana. La privación del sueño es una verdadera tortura que puede acarrear consecuencias letales. Si no durmieras, morirías. Así de crudo. La calidad del sueño es esencial para la regulación de los biorritmos, el buen funcionamiento del sistema inmune, metabólico y hormonal, la reparación neuronal… y también contribuye a mantener una óptima respuesta sexual.

Impacto de los trastornos del sueño

Los trastornos del sueño, como el insomnio, pueden tener un impacto negativo en la salud sexual. Durante etapas de cambios hormonales, como la menopausia, el insomnio es común y puede provocar:

  • Irritabilidad y fatiga
  • Alteraciones en los ritmos circadianos
  • Déficits de atención y memoria
  • Lentitud de reflejos o cefaleas

Estos síntomas pueden aumentar la susceptibilidad a enfermedades y afectar la respuesta sexual. Además, están asociadas afectaciones sobre el sistema inmune y nervioso, haciéndonos más susceptibles a cualquier enfermedad. Y en base a los últimos estudios publicados, la falta de sueño también puede ser un factor de riesgo para los trastornos sexuales.

Hormonas, sueño y deseo sexual

Para una función sexual saludable, es importante mantener buenos niveles de testosterona, progesterona y estrógeno. Estas hormonas están directamente relacionadas con un mayor deseo y excitación. Durante el sueño, se incrementa la síntesis de estas hormonas, lo que puede mejorar el deseo y la excitación.

Sabemos que durante el sueño suceden diversos fenómenos entre los que destaca el incremento en la síntesis de algunas hormonas como la hormona del crecimiento, la testosterona o la liberación de neurotransmisores como la acetilcolina (que tiene relación directa con las áreas encefálicas del placer y el orgasmo). De la misma manera, la fluctuación en la síntesis fisiológica de hormonas tales como el estradiol, la oxitocina o la progesterona también condiciona la calidad y las fases del sueño.

Relación entre sueño y excitación genital

Estudios han demostrado que las mujeres que duermen más horas experimentan una mejor excitación genital en comparación con aquellas que duermen menos. La falta crónica de sueño de calidad puede afectar negativamente la respuesta sexual, mientras que una noche de mal sueño no tiene un impacto significativo inmediato.

Un sueño de calidad implica disfrutar de más fases REM, lo que significa un beneficio para la vagina ya que es en esa fase del sueño donde la vasocongestión aumenta. De la misma manera, menos horas de sueño o tener un sueño ligero que se interrumpe a la mínima, hace decrecer la duración y la cantidad de períodos REM. Quizá esa sea la razón por la que un déficit crónico de sueño nocturno y de calidad incida negativamente en la respuesta excitatoria vaginal.

La apnea del sueño y su efecto en la salud sexual

El síndrome de apnea obstructiva del sueño es una disfunción común que afecta a la calidad del sueño. Sus síntomas incluyen somnolencia diurna excesiva y problemas de humor. La apnea puede interrumpir las fases del sueño, reduciendo las fases REM y afectando negativamente la salud sexual.

La apnea obstructiva se asocia a mayor riesgo de hipertensión arterial, problemas cardiovasculares… y disfunciones sexuales. Un signo característico de esta alteración es el ronquido intenso y rítmico que se va interrumpiendo por apneas más o menos largas, y que a continuación se reinicia con un nuevo ronquido o incluso lleva a que la persona se despierte de un respingo. La apnea obstructiva está infradiagnosticada porque una vez más, caemos en la normalización de síntomas: roncar eventualmente no tiene porqué implicar una enfermedad, pero hacerlo de manera crónica y percibiendo además falta de descanso y sueño diurno, no es normal.

Este síndrome es más frecuente en el hombre, sin embargo, los índices aumentan drásticamente en la mujer a partir de la menopausia.

Consejos para mejorar la calidad del sueño

  1. Mantén una rutina regular de sueño: Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días. Esto ayuda a regular el reloj biológico y puede mejorar la calidad del sueño.
  2. Crea un ambiente propicio para dormir: Asegúrate de que tu habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura confortable. Un ambiente adecuado es fundamental para un sueño reparador.
  3. Evita el alcohol y la cafeína: Estas sustancias pueden interferir con el sueño. Limita su consumo, especialmente en las horas previas a acostarte.
  4. Realiza ejercicio regularmente: La actividad física puede mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, evita hacer ejercicio intenso justo antes de dormir.
  5. Practica técnicas de relajación: La meditación y los ejercicios de respiración pueden ayudar a calmar la mente antes de dormir. Considera incorporar estas prácticas en tu rutina nocturna.

Conclusión

La calidad del sueño es crucial para la salud sexual y el bienestar general. Mantener buenos hábitos de sueño no solo mejora la función sexual, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida. Si experimentas problemas de sueño o disfunción sexual, es importante buscar ayuda profesional para abordar estas cuestiones de manera efectiva.